Proba-3

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Sabías que...

¿Sabía que el vuelo en formación de alta precisión de Proba-3 no sería posible sin la intervención de nuestras IEU (Unidades Electrónicas de Interfaz)?

Proba-3 Occulter eclipsa el Sol para la nave espacial Coronagraph

Nuestra contribución a Proba-3

Proba-3, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), incluye dos satélites que trabajan juntos para estudiar la corona solar: uno de ellos (la nave espacial Occulter u OSC) crea eclipses artificiales y el otro (la nave espacial Coronagraph o CSC) captura imágenes de la corona solar en luz visible, ultravioleta y polarizada. Estos satélites están situados a unos 150 metros de distancia entre sí, lo que permite vigilar los eclipses de masa coronal y medir la irradiancia solar total, que son cruciales para la investigación de la meteorología espacial y para comprender el impacto de la actividad solar en el clima de la Tierra.
Los dos satélites trabajarán en una órbita muy elíptica alrededor de la Tierra, cambiando a lo largo de la misión su distancia al Sol y sus posiciones relativas. Para asegurar el éxito de los objetivos de la misión, es clave garantizar:

  1. Que el vuelo en formación de ambos satélites se mantiene con una precisión del orden de milímetros.
  2. Que se conozca en todo momento la posición del Sol con respecto a los satélites.

Algunos de los sistemas a bordo del satélite que contribuyen a mantener con precisión la formación de vuelo y a determinar la posición del Sol necesitan que nuestras IEU realicen las siguientes tareas:

  • Los sensores basados en la visión (VBS) del OSC, incluida la cámara VBS, deben localizar con exactitud la otra nave espacial mediante las luces parpadeantes (LED) del CSC con una precisión del orden de centímetros.
  • Los algoritmos de Guiado, Navegación y Control (GNC) determinarán la posición relativa y la orientación entre los dos satélites.
  • Los sensores solares gruesos y finos adquirirán datos que ayudarán a la nave espacial a localizar la posición del Sol.
  • Los elementos de propulsión recibirán órdenes para garantizar que ambos satélites mantengan las posiciones requeridas.

Las IEU desempeñan un papel vital en el éxito de los principales objetivos de la misión, permitiendo un control preciso de los elementos de propulsión de ambos satélites para garantizar el vuelo en formación y adquiriendo sensores solares gruesos y finos, que ayudan a la nave espacial a localizar la posición del Sol. Las IEU también se encargan del suministro de energía eléctrica a los sensores basados en visión (VBS) del OSC, incluida la cámara VBS, y a las luces parpadeantes (LED) del CSC.

Para implementar las funcionalidades de las IEUs, Airbus Crisa propuso el uso de su producto modular Remote Terminal Unit (mRTU), que fue un primer intento de disponer de un concepto modular y estandarizado para RIU/RTU, como precursor de la Advanced Data Handling Architecture (ADHA). El concepto modular y flexible del producto permitió la asignación de todas las funcionalidades requeridas por ambas naves espaciales en un conjunto reducido de placas.

La mayor parte del tiempo, la nave espacial funcionará de forma totalmente autónoma, sin intervención del centro de control de Tierra. Por lo tanto, el correcto funcionamiento de las IEU es esencial para el éxito de la misión Proba-3. La parte científica de la misión está a punto de comenzar. El 15 de enero, las dos naves espaciales, previamente unidas en una sola pila, se separaron, gracias al comando eléctrico que activa el mecanismo de liberación de la banda de sujeción, generado por la IEU del CSC.

Créditos de imagen: ESA-P. Carril